Lorena Astudillo estrena un impactante rol de compositora para su quinto álbum “Un mar de flores”, movilizador álbum surcado por un repertorio de música popular de género, que presentará el sábado desde las 21 en La Trastienda.
Con un comentario que combina su reciente faceta autoral con el tono del disco y la vivencia que lo potencia, Astudillo confiesa que “fue un trabajo realmente enorme y puerperal”.
“Es un misterio cómo aparece el tema de ponerme a componer. Nunca sé por dónde va a salir el tiro porque las cuestiones artísticas tienen que ver con necesidades, con que uno algo enmienda, como que no alcanza la vida normal y se necesita sanar algo”, repasa.
Y para tratar de terminar de definir el camino hacia “Un mar de flores”, añade que “las crisis son buenísimas porque mientras las vivís tenés una bronca bárbara, pero cuando salís te encontrás con un montón de recursos”.
Con un poco menos de entraña y revelación y algo más de apunte formal, la artista puntualiza en charla con Télam que el gran motor para abismarse en lo autoral “fue una master class con Bobby McFerrin que no solo me dejó estupefacta”.
De aquel encuentro de agosto de 2011 con el enorme artista jazzero, recuerda que “nos pidió que improvisemos y empezó a surgir una catarata de cosas que siempre descartaba y las tomé y hubo melodías que me gustaron mucho y que decidí continuarlas”.
«Es un misterio cómo aparece el tema de ponerme a componer. Nunca sé por dónde va a salir el tiro porque las cuestiones artísticas tienen que ver con necesidades, con que uno algo enmienda»
“Pero lo esencial tuvo que ver con un juego, con entender que la música es movimiento”, subraya la hacedora de una discografía que incluye «Lorena canta al Cuchi» (1998), “Ojos de agua” (2003), «Tras de una ausencia» (2007) y “Solo los dos” (2010), éste último compartido con el bajista Daniel Maza.
La artista repasa que ”el disco con Maza fue de mucha celebración, de mucho juego y eso me llevó a darme cuenta por todos los lugares por donde fui pasando”.
Con ese bagaje, Astudillo estrena 13 temas de su autoría: la vidala bagualera “Ollita de barro”, “Zamba para mis hermanos”, la chacarera “Sin nombre”, el huayno “La verdad”, “Mi chamamecito”, el tango “El superado”, las canciones “Primavera”, “Doña Clara” y “Calma” y los candombes “Libre de culpa y cargo”, “El arte de los oficios” y “Déjalo ir”.
“Aunque pueda parecer que no -explica- el chamamé y el tango están conectados porque los géneros musicales mueven determinados pensamientos y decires y lo que yo tenía para decir encajaba con esos géneros”.
Yendo aún más lejos acerca de ese crisol de ritmos que la hacen derivar sobre “Un mar de flores”, añade que “los géneros tienen que ver con la diversidad de las distintas mujeres y con las cosas diversas que uno vive. Por eso cada tema está dedicado a maestras, a referentes, a compañeras”.
Los muchos pétalos que contiene este trabajo también la impulsan a comentar que el cancionero brotado, elegido y registrado “tiene que ver con que soy de la ciudad, amo el folclore, amo cantar coplas y me choco con la gente en el Obelisco”.
“Salió así, pero puse cierta inteligencia en elegir y siento que hay una unidad y un concepto donde aparece muchísimo humor porque me hace bien reconfortar y, por otro lado, porque el dolor como móvil expresivo me ahoga”, consigna.
La placa donde toman parte Hugo Fattoruso, Daniel Maza & Grupo, Lilián Saba, Pablo Fraguela, Quinteto La Grela, Rudy y Niní Flores, Eduardo Spinassi, Jorge Giuliano, Osvaldo Burucuá, Pablo Budini y Ramiro Gallo, entre más, completa su propuesta con las versiones de “Zamba del arribeño” (Néstor Soria-Juan Falú) y “Quedándote o yéndote” (Eduardo Martí-Luis Alberto Spinetta).
“Esas canciones -asegura- se infiltraron casi como un guiño y una bendición, porque si bien iba a hacer un disco íntegramente mío, con (el pianista) Pablo Fraguela quisimos aprovechar dos horas de estudio que nos quedaban y esas tomas directas en vivo, salidas de un solo pujo, retratan lo que veníamos haciendo en los recitales”.
Acompañada por Fraguela en el piano, Matiás Furió en percusión, Narcos Di Paolo en guitara y Tati Calá en contrabajo, “Un mar de flores” será lanzado el sábado en La Trastienda, para luego girar por Córdoba (el 19 en Cocina de Culturas, Julio A. Roca 491) y durante noviembre presentarse en General Roca y Neuquén y en el festival Americanto de Mendoza.
Fuente: Télam – Agencía Nacional de Noticias \ Haz clic aquí para ver la nota online en Télam.