Fuente: Diario La Nacion (02/08/2013)
La celebración colectiva de la tradición latinoamericana
«El arte suma, no compite.» La frase, que ya tiene varias décadas, vuelve a tomar significado en encuentros musicales como el que están encarando las cantantes Lorena Astudillo, Mónica Abraham, Bruja Salguero y María de los Ángeles Ledesma. Hoy y mañana, en el Teatro del Viejo Mercado, darán dos funciones de su espectáculo Cancioneras , ese que definen como un homenaje al acervo musical latinoamericano. Especialmente al argentino, porque las tres son «folkloristas» de acá, con todo lo complejo que hoy pueda ser encontrar una definición de este término.
Ésta es la primera reunión formal de las cuatro. Tiempo atrás Astudillo convocó a sus colegas para algunos de sus conciertos. «Las quiero y las admiro, por eso las invité. Y nos dio tanto gusto que empezamos a organizar este espectáculo», dice.
La idea no fue hacer un bloque de canciones para cada una, sino armar una sola voz con las cuatro. Para eso recurrieron a los arreglos de Pablo Fraguela, que armonizó los tres registros de contralto, mezzo y soprano. «Desde marzo estamos con esto. La cabeza de Fraguela es amplia. Él ha tomado algo de las voces búlgaras y eso también va a estar plasmado», adelanta Salguero. Y Ledesma dice que el trabajo comenzó con la selección de repertorio y siguió con el estudio de las tesituras y frecuencias de cada voz.
«También es el hecho de celebrar juntadas -propone Abraham-. Porque hubo épocas en las que el tango y el folklore eran muy individualistas. No digo que ahora sea mejor, pero de unos años a esta parte se valorizó el trabajo conjunto. Valorar el talento del otro para mejorar el de uno. Los precursores fueron los brasileños, con una actitud absolutamente positiva de defender a la música popular.»
Astudillo tiene para agregar al ejemplo de los músicos brasileños, su capacidad para apropiarse de influencias. «Ellos tomaron algo del jazz y lo devolvieron multiplicado como bossa. La protección que nosotras hacemos es no perder nuestras raíces, pero sin cerrar los oídos.»
Las cuatro se meten en un tema que abre el diálogo.
Abraham: -La música popular argentina ya tuvo grandes incursiones en el vanguardismo a partir de los 60. Los Andariegos, Tito Francia, el Cuchi Leguizamón; somos una continuidad de aquello.
Salguero: -No hay que cerrarse, pero sí proteger. Porque la canción sin contenido todavía está vigente y se desvirtúa mucho la esencia, al punto de que no suena a lo nuestro.
-¿Hay que seguir pensando en esos términos en una escena tan global como la actual?
Salguero: -No critico las fusiones, pero no me gusta cuando termina sonando a algo que no es nuestro. A veces, el público cree que es folklore algo que no lo es.
Ledesma: -Hay que conocer lo viejo, lo tradicional, lo simple. Arrancar desde ahí. Obviamente, nuestra generación tuvo la posibilidad de acceder a otras músicas por Internet y a estudiar en escuelas de música, cosa que en otro momento no era posible. Pero no hay que dejar de lado los viejos pilares fundamentales de nuestra música popular. Yo soy docente y veo a mis alumnos, algunos muy talentosos, que vienen con información muy nueva. El problema es que no escucharon a Yupanqui. Pero cuando lo conocen, les vuela la cabeza y les encanta.
Astudillo: -Yo tengo una pequeña fórmula. Lo tradicional, lo folklórico, tiene que estar en el ritmo. En la armonía puede haber otra cosa: jazz o contemporánea.
-Volvamos al principio. La última individualidad del folklore fue Mercedes Sosa. Pareciera que hoy se genera más y mejor desde lo colectivo.
Astudillo: -Armando Tejada Gómez dijo una vez: «El arte suma, no compite». Si uno supera toda la cuestión de la competencia, abrir el juego es reconfortante.
Salguero: –Tiene que ver con el origen de lo que llamamos folklore y cultura de pueblo. Nace de alguien, se comparte a todo el mundo y en un momento ni se sabe quién lo ha comenzado. Ése es el fenómeno de la anonimia. Todos empezamos como individualidades, pero no hay nada más lindo que volver a esa esencia.ß
Cancioneras
Teatro del Viejo Mercado, Lavalle 3177.
Hoy y mañana, a las 21.
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