La cantante acaba de editar “El Cuchi de cámara”, en el que vuelve a revisar la obra del genial compositor salteño ahora en clave sinfónica. Este sábado se presenta en la Feria del Libro de Pilar, donde repasará veinte años de recorrido folklórico.
“Este disco se me apareció en sueños”, dice Lorena Astudillo, ante la primera pregunta acerca de su nuevo álbum, “El Cuchi de cámara”. A casi veinte años de su debut discográfico -“Lorena canta al Cuchi”, el primer álbum interpretado por una voz femenina en homenaje a Leguizamón-, la cantante se enfrentó a la historia, al presente y a sus propios prejuicios a la hora de volver a grabar al Cuchi, ahora con una orquesta detrás. “Tengo el recuerdo entrañable de mi primer viaje a Salta, de poder conocerlo al Cuchi, de poder interpretar y grabar la música que escuchaba con mi papá”, confiesa Lorena, sobre aquella primera experiencia. Y si por entonces aquel contacto fue más bien emocional, esta vez vino por el lado académico y “El Cuchi de cámara” cobró forma junto a los arreglos y dirección general de Patricio Villarejo. “Me reencontré con la obra del Cuchi para decantar todos los recursos académicos que pude cosechar en este camino, aunque por su propio peso específico, la obra del Cuchi es inabarcable”, agrega la cantante en diálogo con El Argentino ZN.
-¿Cuál es el límite a la hora de explorar la obra de un artista como Leguizamón?
-Mi límite es el ritmo, eso no lo negocio: una zamba es una zamba. La armonía puede tener componentes clásicos y jazzísticos, interludios barrocos como en “La pomeña”. Con ese panorama, veo en qué lugar puede entrar la raíz desde mi lugar urbana según la cual escuchamos y traducimos. Salvo esos cantores de la tierra, todo músico, por más popular que sea, pasa por la academia. Y tenemos que ser coherentes con lo que escuchamos.
-¿Pasó mucho tiempo desde que el sueño se plasmó en disco?
-Como toda producción grande pasó por unos cuantos porrazos. Cuando estrenamos el espectáculo en el Conti, en 2015, tuvimos un apagón de tres horas. Después teníamos fecha en el Centro Cultural Kirchner, en La Ballena Azul, y se cayó por el cambio de gobierno, hasta que pudimos presentarlo en julio del año pasado en La Usina del Arte. Fuimos para adelante, como la peste, y después de dos años de ensayo y mucha fuerza, conseguimos el Estudio ION. Un lugar en el que entrás y se te paran los pelos; lleno de duendes, y ahí terminó de cerrar todo. Porque el folklore es eso también, lo mágico, lo mitológico, las creencias y supersticiones, y el Cuchi se nutría mucho de eso.
Como una especie de justicia histórica, la presentación oficial de “El Cuchi de cámara” va a ser el 10 de junio en la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner, una noticia fresca que emociona a la cantante al mismo tiempo que provoca un desafío especial para presentar un álbum que funciona, además, como un regreso a su rol intérprete, luego de dos experiencias discográficas bien diversas. En “Solo los dos” (2011), unió fuerzas con el bajista uruguayo Daniel Maza y en 2014 editó “Un mar de flores”, su primer trabajo de composiciones propias. “Me muevo por la anarquía del alma, por esa necesidad espiritual de la que surgen los deseos”, aclara la cantante, y repasa sus dos últimas producciones. “Con el Gordo Maza nos pasó que cada uno quería lo que tenía el otro y juntamos el folklore argentino con la raíz negra. Y para ‘Un mar de flores’ me puse a escribir y aparecieron las canciones. Tenía una necesidad expresiva, no hay mucha más explicación de eso”.
-¿Cómo se relacionan los temas propios con el repertorio de intérprete?
-Tuve que aprender a querer a mis canciones. Por un lado es una satisfacción enorme, porque que un músico como Hugo Fattoruso grabe un candombe de mi autoría es una emoción muy grande. Pero también me costaba que mis canciones tuvieran lugar en un repertorio de obras muy buenas. Le tuve que dar esa oportunidad y valió la pena.
Lorena Astudillo en la Feria del Libro de Pilar
Casi como un recreo en medio de la agenda de “El Cuchi de cámara”, Lorena Astudillo se presentará este sábado en la Feria del Libro de Pilar, con su grupo de piano, bajo y percusión con el que interpretará un espectáculo de folklore clásico y canciones propias. La cita es a las 20 en el escenario 2 y va a compartir escenario con los jóvenes artistas locales Cintia Arévalo y Juan Pablo Ferreyra.
Será una jornada especial para los amantes del folklore, porque a las 18 en el auditorio 3, Fabián Matus, el hijo de Mercedes Sosa, presentará “La Mami”, el libro escrito en colaboración con la periodista Maby Sosa dedicada a la enorme figura de Mercedes. La Feria culmina el domingo y se lleva a cabo de 9 a 21 en el Predio Pinaé (H. Irigoyen y Vuelta de Obligado), con entrada libre y gratuita
Fuente: El Argentino ZN